miércoles, 28 de mayo de 2014

Pitágoras y los pitagóricos.

Respecto a Pitágoras cuesta averiguar qué fue leyenda y qué realidad. Nació en Jonia (en la 
isla de Samos). Conoció probablemente a Anaximandro de Mileto. Fue un gran viajero, y se 
supone que aprendió matemáticas, astronomía... en Egipto, Babilonia (donde conoció a 
Zoroastro, fundador de la religión dualista persa) y la India. Abandonó Samos por causa de la 
tiranía de Polícrates, se trasladó a Italia y estableció en Crotona. Allí fundó una secta 
filosófico-religiosa: hombres, mujeres y niños vivían en comunidad de bienes, manteniendo 
una disciplina y ascesis rigurosa y guardando en secreto las doctrinas que aprendían. Esta 
comunidad tenía unas reglas un tanto extrañas: (a) No comer habas, (b) No partir el pan, (c) No 
atizar el fuego con hierro, (d) No tocar el gallo blanco, (e) No comer el corazón, (f) No mirarse al 
espejo junto a la lumbre, (g) Cuando te levantes de la cama no dejes la huella de tu cuerpo, (h) 
Cuando quites la olla del fuego mueve las cenizas. Reglas misteriosas. Quizás lo mejor sea no 
intentar comprender nada aunque es posible extraer algún significado metafórico como por ejemplo que no partir el pan signifique que no te separes de los amigos o que no atices el 
fuego con hierro signifique que estés siempre dispuesto a perdonar. En cualquier caso el 
mandamiento más oscuro del catecismo pitagórico sigue siendo el de las habas. ¿Por qué 
odiaba Pitágoras las judías verdes? Aristóteles dice que se debía a un cierto parecido con el 
órgano masculino. Pero es más probable que los pitagóricos consideraran, al igual que 
Anaxímenes, que el alma humana es un soplo vital, aire. Y, por tanto, las virtudes flatulentas de 
las habas pondrían en peligro el alma humana, lo divino en el hombre. 
Pitágoras solía dividir a sus prójimos en dos categorías: los matemáticos, es decir, los que 
tienen derecho a acceder al conocimiento (mathemata) y los acusmáticos que sólo pueden 
escuchar. Fue el primero también en acuñar la palabra filósofo. 
Pitágoras fue enormemente célebre e influyente. Se le llegaron a atribuir incluso milagros. Pero 
la secta, con enorme poder e influencia en la ciudad, despertó envidias y recelos, hasta que 
una revolución popular les expulsó. Algunos dicen que Pitágoras, en su huida, hubiera tenido 
que atravesar un campo de habas y que, al negarse, fue atrapado y muerto por sus 
perseguidores. Otros cuentan que se refugió en Metaponto, donde poco después murió. Pero 
la secta volvió a ganar adeptos y consiguió hacerse muy fuerte entre las ciudades de la Magna 
Grecia, hasta que otro movimiento popular la mermó. Cuesta mucho averiguar qué doctrinas 
eran del fundador y cuáles de sus discípulos, porque todas se las atribuían a él. Discípulos 
célebres: Alcmeón (s. VI-V), Filolao (s. V) y Eurito (s. V), todos de Crotona. 
Para ilustrar la doctrina de Pitágoras es oportuno centrar nuestra atención en tres temas 
fundamentales: la metempsicosis, el Número y la visión del cosmos (cosmología): 

1. El pitagorismo, como hemos visto, tiene un contenido místico-religioso: sostiene la 
doctrina de la transmigración de las almas o metempsicosis (algunos creen, por 
ello, que el pitagorismo estuvo influenciado por el orfismo[4]) y el parentesco entre todos 
los seres vivos. Consideraban que el alma pasa por una serie de reencarnaciones 
dependiendo de su comportamiento en la Tierra. Por eso, dice Filolao, el cuerpo no es 
más que una tumba, una prisión donde el alma está obligada a expiar sus culpa. 
Creían también en un eterno retorno de los mismos acontecimientos en ciclos 
cerrados. 

2. Para los pitagóricos el arjé es el Número. Esto es, lo mismo que para Tales el agua o 
Anaxímenes el aire, en Pitágoras es el número. ¿Cómo puede una mesa (algo 
material) estar hecha de números (formas, ideas)?[5] Para los pitagóricos los números 
tenían grosor (los representaban mediante piedrecitas): el número Uno es un punto, el 
Dos una recta, el Tres un plano y el Cuatro un sólido. 

3. A Pitágoras le había impresionado tanto el descubrimiento de que existe una relación 
entre la longitud de las cuerdas de una lira y los acordes fundamentales de la 
música que pensó que detrás de todos los fenómenos naturales existía una Ley Matemática, una Armonía. 
Los seres del universo se acomodan a las previsiones y explicaciones matemáticas 
porque los principios de las matemáticas son también los principios de los seres 
reales. De esta intuición se nutre la ciencia actual. Puesto que la esencia de las 
matemáticas son números, afirmaron que los números constituyen la naturaleza del 
universo. Intentaron asignar un número a cada cosa e indagaron sobre el origen de 
los números y nuestro sistema decimal. 

4. En cuanto al origen de los números los pitagóricos propusieron una explicación 
dualista que puede tener su origen en la influencia de Zoroastro. Los primeros 
principios serían pares de opuestos como impar-par, límite-ilimitado, uno-múltiple, 
derecho-izquierdo, masculino-femenino, estático-en movimiento, recto-curvo, 
luz-oscuridad, bueno-malo, cuadrado-oblongo. El equilibrio entre los opuestos es el 
fundamento de la Armonía. 

5. Más sobre los números: su concepción mágico-religiosa de los números se muestra 
también en el valor que otorgaban al número 10 o tetraktys. La tetraktys es la suma 
de los cuatro primeros números, la representaban como un triángulo equilátero con 
cuatro unidades por lado y sobre ella pronunciaban juramentos. De entre todos los 
números destaca la unidad: las cosas participan de ellas pues está compuestas deunidades; además está por encima de la distinción par-impar pues lo que hace que un 
número se convierta en par o impar es sumarle la Unidad. 

6. Los pitagóricos describen el mundo como un cosmos en armonía, anticipando en 
algunos aspectos las doctrinas de Copérnico: el cosmos es una esfera en cuyo centro 
hay un fuego originario. Después están los cuerpos celestes (Tierra, Luna, Sol, los 
cinco planetas y el cielo de las estrellas fijas, más la Anti-tierra, para completar el 
número 10 de los planetas). Todo este conjunto está envuelto por una esfera de fuego. 
El movimiento de los astros y estrellas produce una música maravillosa que no oímos 
por estar acostumbrados a ella desde el nacimiento. Música y armonía, traducibles en 
números, son los principios del universo pitagórico. 

7. En cuanto a la crisis del pitagorismo, una leyenda asegura que se debió al 
descubrimiento de los números irracionales o inconmensurables. Este secreto fue 
revelado por Hipaso de Metaponto. 

8. Influencias del pitagorismo. El pitagorismo influyó claramente en la filosofía platónica 
pero su auténtico éxito le sobrevino con la recuperación de sus ideas en el 
Renacimiento, recuperación que permitió la aparición de la ciencia moderna y en 
particular de la física, para la cual es también un dogma que la realidad está 
estructurada matemáticamente

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