"La muerte está tan segura de vencernos que nos da toda una vida de ventaja." José Piquer.
La cama estaba revuelta y las sábanas ensangrentadas. El anillo que siempre llevaba puesto Evaristo residía ahora en un charco granate. Lo primero que se me pasó por la cabeza fue llamar a la policía. Estaba nerviosa pero no podía hacer nada, solo esperar a que llegaran. Pude imaginar cómo sucedió la tragedia. Tenía entendido que las pitones eran muy peligrosas por eso nunca quise acercarme a ella. Evaristo debía haberse hecho un corte con el jarrón que había hecho pedazos en el suelo con restos de sangre. Salila lo estranguló y él opuso resistencia porque había cosas tiradas por el suelo. Y después se lo comió. El muerto era él y eso lo sabía porque nunca se quitaba su anillo. Hace tiempo me comentó que para él tenía un valor muy especial porque cuando se marchó de casa se lo cogió a su padre. Era de su abuelo y sin pensarlo lo vendió en una casa de empeños. No tardó en arrepentirse y fue de vuelta a aquel lugar a comprar de nuevo el anillo. Desde aquel momento siempre lo ha llevado consigo. Llamaron a la puerta y yo permanecía en el mismo sitio, de pie, contemplando aquella extraña escena. Abrí la puerta y era la policía. Entraron apresurados y me pidieron perdón por su tardanza. Comenzaron a hacerme preguntas tipo: ¿de qué lo conocía? ¿qué hacía yo allí? ¿cuándo fue la última vez que hablé con él? para obtener algo de información hasta que llegara el médico forense. Sonó de nuevo el timbre y esta vez entró por la puerta un hombre alto, de mediana edad, pelo castaño, nariz gruesa y barba recortada, es un buen amigo de mi padre. Comenzó a fotografiar todos los aspectos de la escena desde la habitación hasta el último rincón de la casa y como pruebas tomó ADN de la sangre que había en la cama y en los pedazos de jarrón dispersos por el suelo. También recogió el anillo del suelo al lado de la cama y lo guardó en una pequeña bolsa de plástico. Fue a comprobar si la serpiente estaba viva porque no hacía movimiento alguno. Una vez corroborado decidieron matarla para poder extraer el cuerpo y así realizar al cadáver la autopsia. El disparo retumbó en toda la habitación y fue muy desagradable estar presente en aquel momento. El forense y tres agentes de la guardia civil se llevaron a la serpiente ya muerta.
Solicité el informe por escrito y por ser para mí, adelantaron el proceso. Llegó al día siguiente, me senté y tranquilamente me dispuse a leerlo.
INFORME DE AUTOPSIA MEDICO FORENSE
-NOMBRE DE LA VÍCTIMA: Evaristo Barciela Vega.
-LUGAR: Alcalá De Guadaira, Sevilla a 12 de marzo del año 2015.
-FECHA: 17.41 AM.
-EXAMEN EXTERNO DEL CADÁVER: En la cama, extendido en el interior de una serpiente.
-LUGAR Y POSICIÓN DEL CADÁVER: en la cama del individuo.
-VESTIDO O DESNUDO: Cadáver que se encuentra vestido con: camiseta de algodón, color negra, talla 32, pantalón jean, color azul, talla 42, que presenta zapatos de color negro talla 43.
-DATOS DE FILIZACION: Sexo: masculino Talla:1.80 Peso:80 Edad: 36 Raza: blanca
-HORA DE LA MUERTE: 9:00 AM
FIRMA DEL MEDICO:
A la disposición del señor juez para cualquier información adicional que considere pertinente.
-Firma: Dr. Don Pedro
Después de leer esto, me es extraño pensar que no lo volveré a ver. Todavía permanece en mí ese remordimiento de culpa por haberme ido enfadada de aquella forma tan frívola sin despedirme de él. Mañana entierran su cuerpo y estaré presente para poder decirle todo lo que no me dio tiempo en su momento. Evaristo era laico y una de las veces en las que hablé con él sobre el tema de la muerte, me dijo que le gustaría tener un funeral civil , muy familiar. Nunca había hablado con sus padres, su única familia y ahora era el momento. Les di el pésame, les comente lo del funeral y que me gustaría dedicarle unas palabras. Sin problema me confirmaron que así se haría mañana.
El celebrante nos dio la bienvenida a los presentes, que solo éramos tres y en el momento más espiritual y filosófico de la ceremonia realizó una lectura sobre el tema de la muerte. Después me cedió la palabra y comencé a leer algo que tenía escrito en un papel:
Por mi rostro caían lágrimas, su muerte me había afectado. Lo enterraron y justo cuando me iba a ir un hombre me detuvo.
-¿Perdone, usted es Marta García Castro?
-Sí, ¿ocurre algo?
No señora, solo vengo a informarle de que Evaristo Barciela Vega le ha dejado en herencia todo su patrimonio, ¿puede firmar aquí?
* Nota de autoras:
Como habéis podido observar, la música forma parte importante de la
vida de nuestros personajes, si queréis ampliar la información sobre las
canciones que vayan apareciendo recordad que debéis pasaros por este
blog:
Sandra Herrera Cabello.
María José Hernández Lloret.
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