miércoles, 15 de enero de 2014

La felicidad



LA FELICIDAD


Unas de las definiciones que encontramos de felicidad es la siguiente:estado emocional que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas. Es una condición interna de satisfacción y alegría que ayuda a muchas personas. Pero a nosotros las definiciones que nos interesan son las siguientes:
  

Según la filosofía occidental 

Como decía Aristóteles, todos estamos de acuerdo en que queremos ser felices, pero en cuanto intentamos aclarar cómo podemos serlo empiezan las discrepancias. En la filosofía griega clásica hay tres posturas: 

  1. Ser feliz es autorrealizarse, alcanzar las metas propias de un ser humano (eudemonismo). El horizonte de la felicidad, según Platón, se abre a la vida después de la muerte.  
  2. Ser feliz es ser autosuficiente, valerse por sí mismo sin depender de nada ni de nadie (cinismo y estoicismo). 
  3. Ser feliz es experimentar placer intelectual y físico y conseguir evitar el sufrimiento mental y físico (hedonismo). Es la postura que defiende Epicuro. 


Según filosofía oriental

En la filosofía oriental, la felicidad se concibe como una cualidad producto de un estado de armonía interna que se manifiesta como un sentimiento de bienestar que perdura en el tiempo y no como un estado de ánimo de origen pasajero, como generalmente se la define en occidente.
Muchas veces confundida con la alegría de carácter emocional y efímero, la felicidad perdura en el tiempo y se identifica como una cualidad, tal y como ser alto, fuerte o inteligente una persona es feliz.
Mientras que la alegría se concibe como un estado de satisfacción, la felicidad se considera un estado de armonía interna.


Hay quienes piensan que... 

La felicidad depende de uno mismo, de lo 'fuerte' que uno sea, de lo valiente, espabilado, sagaz, capaz... en definitiva, de cualidades que son dependientes de otros factores que nada tienen que ver con el estado de flujo asociado a la felicidad, y que por efecto de ésta, experimentamos las otras. La personalidad es la región de nuestra mente que administra los recursos, marca prioridades y establece objetivos.Podremos favorecer o dificultar que sucedan, pero no impedirlos. Nada o nadie podrá impedir que sea feliz, es relativamente cierto o falso, dependiendo de lo capaces que seamos de tratar con las polarizaciones que nos motivan. Todo lo que sucede es para nuestro beneficio, no obstante, si lo que sucede se opone a lo que consideramos bueno (y ahí entra nuestra personalidad), es cuando el estado preferente se distorsiona. Las cosas son como son, tal como suceden, a pesar de que se opongan a nuestros objetivos.

Teoría de la felicidad cuantificada

Existe una reciente teoría de 1998 llamada teoría de la felicidad cuantizada (TFC) que, aunque no consolidada aún del todo, está en auge en los últimos años y se adentra cada vez más en el mundo científico. Dicha teoría propone la discretización de los estados del ánimo y por tanto de la felicidad, llegando a valorar la idea de que al final todos somos igual de felices independientemente de lo mucho o poco que vivamos, las riquezas que tengamos y otras desigualdades existentes entre los seres humanos.


Para algunos filósofos la felicidad es... 











 Sandra Herrera Cabello

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